El Embajador del Colegio
En los últimos años estamos siendo testigos de la creciente necesidad contratar un embajador del colegio que refuerce el posicionamiento de la marca en nuestra área de influencia.
Muchos directores de colegio han realizado acciones para dar a conocer su centro “más allá de sus cuatro paredes” con campañas de publicidad tradicional o jornadas de puertas abiertas. Sin embargo los directores pasan demasiado tiempo “apagando incendios” como para darle un giro significativo su estrategia de comunicación. Su día a día no les permite dedicar tiempo a diseñar campañas de captación que aumenten el número de visitas al centro.
Con el aumento de la competencia entre los colegios privados, el descenso de la natalidad y la incorporación de los colegios públicos a la “arena” del marketing educativo, los directores deben liderar un cambio organizacional. Liderar, en este caso, implica señalar el camino y empoderar a un profesional que lleve a cabo esta tarea. Sin embargo, delegar es una virtud poco común entre los directores de colegio.
En los próximos años veremos nacer la figura del embajador del colegio, ya sea como un puesto en sí mismo, o como una función más del director de marketing. La misión de su puesto será la de crear alianzas y trabajar la estrategia de captación a la reo plazo… manteniendo siempre en mente que el objetivo principal es la captación de nuevos alumnos.
El embajador del colegio debe ser una persona con tres características fundamentales:
1. Gran Presencia. El embajador del colegio debe tener conocimientos técnicos sobre la gestión de un colegio y poder hablar con propiedad de temas pedagógicos. Debe ser un visionario y poder expresar con libertad y fundamento su propia visión de “la educación en el el futuro”
2. Saber Vender. Cuando representamos a nuestro colegio siempre tenemos que hablar con sensatez de cada uno de los aspectos positivos que tiene nuestro colegio. Hay que “venderlo” sutilmente y buscar un posicionamiento específico en la mente de nuestros interlocutores (sea cual sea el interlocutor). La pregunta que debemos hacernos es ¿qué queremos que sepa la gente sobre nuestro colegio?
3. Estar Despierto. Hay que escuchar mucho y prestar atención a lo que se habla de otros colegios. Abrir bien los ojos y “conectar ideas”. Siempre que escuchemos una idea interesante, tenemos que hacer una nota mental y pensar ¿cómo podría llevármela a mi colegio?
Por otro lado, es importante que nuestro embajador sea reconocido dentro del sector y participe ocasionalmente en congresos y foros. Este tipo de acciones dan publicidad al colegio y ayudan a generar “word of mouth”.
Nuestro embajador debe ser una persona a la que le guste estar formado e informado. Debe ser una persona a la que le guste ser un agente de cambio y compartir sus ideas con otras personas que ocupen puestos similares dentro del sector.
Cuanto mayor es flujo de información y el número de canales desde los que obtengamos ideas creativas, más fácil será detectar nuevas oportunidades de negocio para nuestro colegio. Y más fácil será encontrar nuevas propuestas para diferenciarnos y, consecuentemente, aumentar la matriculación.