Los colegios en tiempos de crisis
Los colegios en tiempos de crisis sienten muchas dudas sobre qué medidas adoptar y cómo solventar la situación en la que se hayan inmersos. En esta entrada sobre Marketing Educativo hablaremos sobre las dificultades que tienen los directores de colegios privados para compartir información con sus “competidores” y los beneficios que un cambio de mentalidad pueden traer a sus colegios.
Recientemente estuve en un pequeño simposio en Madrid organizado por una patronal de educación española (ACADE) que tenía como objetivo reunir directores de colegios privados en Madrid (y otras regiones de España). A dicha reunión también asistieron directores de Centros de Formación Profesional y directoras de Escuelas Infantiles. El motivo de la reunión no era otro que “identificar campos de mejora a través del intercambio de ideas para incrementar la captación de alumnos“. Dicho de otro modo, se esperaba de los asistentes que fueran abiertos y hablasen libremente de sus preocupaciones al tiempo que debíamos ofrecer ideas para resolver un problema que sigue afectando a todos los centros en mayor o menor medida.
Los directores de colegio, por lo general, son celosos de sus ideas y no comparten fácilmente sus proyectos con otros directores. Si bien es cierto que tradicionalmente los colegios han tenido que superar sus problemas por su cuenta, contar con el apoyo y amistad de otros colegios puede ser muy útil.
Algunos responsables de marketing y comunicación son también cautos a la hora de comprar ideas. Tener una gran idea no sirve de nada si no pasamos a la acción, y por mucho que alguien intente copiarnos, no es tan fácil como parece. Recientemente mantuve una conversación con un profesor amigo mío de ESIC que me dijo una frase muy interesante; “casi siempre, otras personas han tenido la misma idea antes que tú, pero ninguno las suele hacer realidad”. Generalmente, pensamos que nuestras ideas son muy valiosas y que no debemos contárselas a nadie por si otros las llevan a cabo antes que nosotros.
Compartir ideas y validarlas nos ayudará a depurar y optimizar nuestra estrategia. Nuestra idea será más fuerte y detectaremos los puntos débiles antes de incurrir en costes. Si compartimos nuestras ideas con otros directores de colegio o directores de marketing, recibiremos un feedback fantástico que nos puede ayudar a perfeccionar nuestra idea y a verla desde nuevos puntos de vista.
Por otro lado, si con nuestras ideas podemos ayudar a otros colegios a mejorar su situación, seguramente hayamos ganado un aliado para que nos brinde nuevas ideas cuando más lo necesitemos. Una práctica que he iniciado con algunos directores de colegios hace algunos meses son las “auditorías solidarias“. Supongamos que dos colegios quieren mejorar y deciden llevar a cabo una colaboración a partir de la cual, ambos abren sus puertas y cada director realiza un análisis bien estructurado con propuestas, objetivos e indicadores que el otro colegio debe implementar. Ambas auditorías son gratuitas y debe haber un acuerdo de confidencialidad que proteja la confianza y la trasparencia. Cuando el proceso termina, ambos directores pueden actuar como consultores de la otra parte y ayudarles a implementar las nuevas medidas. Muchas de las propuestas de mejorar que haga cada director estarán basadas en su propio proyecto educativo, por lo tanto, será más fácil ayudarse.
Otra opción es crear un grupo de colegios que tenga como objetivo intercambiar mejores prácticas de gestión. Para que este tipo de agrupaciones tengan éxito, debe haber reuniones periódicas trimestralmente y, antes de cada reunión, los colegios deben elegir un tema a tratar, crear una agenda, y “ponerse deberes” para que todos tengan ideas que aportar en la reunión. Estas reuniones pueden tener una duración de dos días y estar lideradas por un director distinto cada vez. La transparencia en este tipo de colaboraciones es fundamental, por lo tanto, hay que elegir muy bien a los colegios con los que se pretende colaborar.